En el desarrollo de un programa de muestreo automático, podemos encontrar que cada equipo tiene en su programación múltiples opciones de activación y configuración que aseguran la correcta ejecución de la tarea y principalmente validan la representatividad del objetivo a muestrear.

El muestreador automático MAXX (portátil y refrigerado) incorpora en su sistema un doble sensor de líquidos para detectar la presencia o ausencia del mismo, en la entrada y salida de la bomba peristáltica.  Estos sensores de están situados en la parte lateral y por debajo de la carcasa del muestreador y proporciona cinco importantes beneficios.

 

1. No es necesario definir un largo de línea de succión, ya que, los sensores identifican cuanto tiempo debe rotar bomba aprovechando al máximo la energía disponible.
2. Volúmenes de muestra precisos y repetitivos.
3. Pre-enjuague del tubo de admisión, lo que asegura el buen acondicionamiento de la línea antes de la muestra.
4. Vaciado total de la línea de succión, que permite que la muestra sea la representación fiel del punto y la hora del muestreo.
5. Puede tomar muestras por sobre su nivel sin que se genere efecto sifón.

Esta última ventaja es una condición muy especial del MAXX porque no es necesario desactivar sus sensores de líquido para trabajar en canales o cámaras que estén a un nivel más alto, donde generalmente el remanente de muestra, que podría ir quedando en la línea de succión, no será considerado por detector posterior como una muestra completa y el resultado siempre será el mismo volumen en la botella objetivo.

En conclusión, este par de sensores en toda la gama de muestreadores automáticos MAXX son clave para garantizar buenos resultados en procesos continuos asegurando que la muestra y el dato sean lo más representativo.

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