La seguridad y eficacia en la cloración del agua potable son aspectos cruciales para preservar la salud pública. Al instalar un nuevo sistema de cloración, es imperativo considerar diversas variables para asegurar su funcionamiento óptimo. Aquí te presento tres recomendaciones clave que no deben pasarse por alto:

1. Integración de sensores de nivel de cloro: Un ojo Atento en todo momento.

La incorporación de sensores de nivel de cloro en tu sistema de cloración no es simplemente una medida adicional, sino una salvaguarda esencial. Aunque pueda parecer obvio, nos hemos encontrado innumerable sistemas básicos y no tan básicos sin una seguridad mínima como saber si se dispone del químico esencial para el proceso de desinfección.

Al incluir un sensor de nivel a tu bomba dosificadora o sistema de control permite alertar al personal de operaciones localmente con una baliza o sirena, e inclusive alertar por medio de sistemas de telemetría, detener el sistema de dosificación para proteger equipos, también para evitar reparaciones innecesarias.

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2. Válvula Antisifón: Protección contra la dosificación indeseada.

La instalación de una válvula antisifón es una estrategia crucial para prevenir la dosificación no deseada causada por desniveles en el estanque de cloro y el punto de inyección o por el efecto Venturi que se genera al inyectar directamente en un ducto.

Con esta válvula se evita que circule cloro desde el estanque de almacenamiento hacia el punto de inyección cuando la bomba dosificadora se encuentra detenida y que se generen sobre dosificaciones.

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3. Selección cuidadosa del punto de inyección: Estratégico para una distribución homogénea.

La elección del punto de inyección del cloro es una consideración crítica para optimizar la eficiencia del sistema. Seleccionar un lugar estratégico garantiza una distribución homogénea del cloro en todo el sistema de suministro de agua. La uniformidad en la dosificación es esencial para lograr una desinfección consistente y cumplir con los requisitos de calidad del agua.

Al evaluar el punto de inyección, es fundamental considerar la dinámica del flujo de agua, la geometría de la red y la distancia hasta los puntos finales de consumo. Este enfoque estratégico no solo maximiza la eficiencia del tratamiento, sino que también contribuye a la prolongación de la vida útil del equipo y ahorra costos a largo plazo.

Al seguir estas tres recomendaciones, puedes estar seguro de que tu sistema de cloración no solo cumplirá con los estándares regulatorios, sino que también operará de manera eficiente y confiable, garantizando la seguridad del suministro de agua potable para la comunidad.