El Coronavirus se contagia a través del contacto persona a persona. El COVID-19 no se ha detectado en las plantas de agua potable. Según la evidencia actual, el riesgo de contaminación en el suministro de agua potable es bajo. Por lo que no se evidencia riesgo de utilizar el agua proveniente de plantas de potabilización. El coronavirus, COVID-19, es menos estable en el medio ambiente y susceptible a los oxidantes, como el cloro u ozono, métodos de desinfección normalmente utilizados.
La EPA (United States Environmental Protection Agency) recomienda continuar usando y bebiendo agua potable como de costumbre, también utilizar esta agua para nuestro aseo personal (lavarse las manos a menudo con agua y jabón durante al menos 20 segundos ayuda a prevenir la propagación de COVID-19). No debe olvidarse según regulaciones sobre agua potable el tratamiento en los sistemas públicos, para eliminar los patógenos, incluidos los virus.
Los tratamientos que los sistemas de agua potable pueden incluir: filtración y desinfectantes como el cloro que eliminan los patógenos antes de que lleguen al grifo. Si usted tiene suministro de pozos privados, puede considerar tratamiento por cloración o sistemas de desinfección por ozono o luz ultravioleta, eliminan las bacterias, los virus y otros patógenos.
Resumen técnico de La Organización Mundial de la Salud. Agua, saneamiento, higiene y gestión de residuos para el virus COVID-19. Marzo 2020.
https://www.who.int/publications-detail/water-sanitation-hygiene-and-waste-management-for-covid-19
Aguas Residuales
La OMS ha indicado que «no hay evidencia hasta la fecha de que el virus COVID-19 se haya transmitido a través de sistemas de alcantarillado, con o sin tratamiento de aguas residuales».
En plantas de tratamiento de aguas residuales deben tratarse virus y otros patógenos. El COVID-19 es un tipo de virus que es particularmente susceptible a la desinfección convencional. Se espera que los procesos estándar de tratamiento y desinfección en las plantas de tratamiento de aguas residuales sean efectivos.
Si bien los sistemas privados de aguas residuales (es decir, fosas sépticas con tratamiento) no desinfectan totalmente, la EPA espera que un sistema séptico de aguas residuales operado adecuadamente no propague el COVID-19 de la misma manera que otros virus que usualmente se encuentran en las aguas residuales. Además, cuando se instala correctamente, un sistema séptico está ubicado a una distancia y ubicación diseñada para evitar impactar un pozo que suministra agua potable.
Fuentes:
Organización Mundial de la Salud
EPA United States Environmental Protection Agency
Tomado de: Carbotecnia